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ARCHICOFRADÍA DE LA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO - Los Andes, Chile

Oraciones a Jesús Crucificado

Oraciones a Jesús Crucificado

1.- ORACIÓN A JESÚS CRUCIFICADO

Miradme, ¡oh mi amado y buen Jesús!,
postrado en tu prescencia; te ruego con 
el mayor fervor imprimas en mi corazón 
vivos sentimientos de fe, esperanza y 
caridad, verdadero dolor de mis pecados 
y propósito de jamás ofenderte, mientras 
que yo, con el mayor afecto y compasión 
de que soy capaz, voy considerando tus cinco
llagas, teniendo presente lo que de Tí dijo 
el Santo Profeta David:  «Han taladrado mis 
manos y mis pies y se pueden contar todos 
mis huesos. »

 Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Indulgencia Parcial. Plenaria los viernes de cuaresma con las condiciones establecidas.

2.- ALMA DE CRISTO

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del Costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
Oh buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparta de Tí.
Del enemigo malo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Tí.  
Para que con tus Santos te alabe. 
Por los siglos de los siglos.  Amén.

Bienvenido

Bienvenido

 

   Bienvenidos a la página de la Cofradía de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, perteneciente a la Parroquia Santo Cristo de la Salud, de los Religiosos Pasionistas, Ciudad de Los Andes, Chile. Esperamos en este espacio poder compartir con ustedes acerca de nuestra espiritualidad católica y pasionista, sus fundamentos y además el acontecer de la Iglesia en Chile y el mundo. ¡Bienvenidos!

 

 + JESUXPI PASSIO SIT SEMPER IN CORDIBUS NOSTRIS +

¡QUE LA PASIÓN DE N.S. JESUCRISTO ESTÉ SIEMPRE GRABADA EN NUESTROS CORAZONES!

CURIA GENERAL DE LA CONGREGACIÓN PASIONISTA

CURIA GENERAL DE LA CONGREGACIÓN PASIONISTA

 Fotografia: El Rvsmo. Padre Ottaviano D' Egidio, C.P. Superior General, saluda a S.S. Benedicto XVI. 

CURIA GENERAL DE LA CONGREGACIÓN PASIONISTA

 SUPERIOR GENERAL:

Rvmo. P. Ottaviano D'Egidio, C.P.  Superior General

 Dirección: Piazza San Giovanni e Paolo, 13

00184 Roma - Italia

conmcuria@passiochristi.org

http://www.passiochristi.org

 I

. CONSULTORES GENERALES

M.R.P. Denis Travers (SPIR), Primer consultor,

M.R.P. Luigi Vaninetti (CORM),

M.R.P. Luis Alberto Cano (FAM),

M.R.P. Clemente Barrón (CRUC).

 

II. OFICIALES DE LA CURIA

 

R.P. Floriano De Fabiis (PIET). Procurador General.

R.P. Ramiro Ruiz (FID). Secretario General.

R.P. Battista Ramponi (CORM). Ecónomo General.

R.P. Giovanni Zubiani (CORM). Postulador General.

R.P. Christopher Gibson (CRUC). Secretario General para las Misiones.

R.P. Salvatore Enzo Del Brocco (DOL). Secretario Particular del P. General.

R.P. Lawrence Rywalt (PAUL). Secretario para la Lengua Inglesa. Redacción y Traducción del BIP.

R.P. Miguel Angel Villanueva (REG). Secretario de Comunicaciones.

R.P. Robert Coward (CRUC). Secretario Particular del P. General para la Lengua Inglesa.

R.P. Fabiano Giorgini (PIET). Comisión Histórica.

R.P. Paulino Alonso (FAM). Comisión Histórica.

FRA. Paulus Aloanto (REPAC). Secretario Asistente. (Tipografía).

 

I. CONSULTORES GENERALES

 

Rvmo .P. Denis Travers (SPIR), Primer consultor,

R.P. Luigi Vaninetti (CORM),

R.P. Luis Alberto Cano (FAM),

R.P. Clemente Barrón (CRUC).

 

II. OFICIALES DE LA CURIA

 

R.P. Floriano De Fabiis (PIET). Procurador General.

R.P. Ramiro Ruiz (FID). Secretario General.

R.P. Battista Ramponi (CORM). Ecónomo General.

R.P. Giovanni Zubiani (CORM). Postulador General.

R.P. Christopher Gibson (CRUC). Secretario General para las Misiones.

R.P. Salvatore Enzo Del Brocco (DOL). Secretario Particular del P. General.

R.P. Lawrence Rywalt (PAUL). Secretario para la Lengua Inglesa. Redacción y Traducción del BIP.

R.P. Miguel Angel Villanueva (REG). Secretario de Comunicaciones.

R.P. Robert Coward (CRUC). Secretario Particular del P. General para la Lengua Inglesa.

R.P. Fabiano Giorgini (PIET). Comisión Histórica.

R.P. Paulino Alonso (FAM). Comisión Histórica.

FRA. Paulus Aloanto (REPAC). Secretario Asistente. (Tipografía).

¿Quiénes somos?

¿Quiénes somos?

 

La Archicofradía de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo nace como iniciativa de San Pablo de la Cruz (1694-1775) fundador de la Congregación de la Stma. Pasión de Nuestro Señor Jesucristo (Pasionistas), ya al llegar el término de su vida terrena, orientado principalmente a la vivencia de la espiritualidad y carisma de la Pasión de Cristo entre los fieles laicos, extendiendo la obra ya realizada anteriormente al fundar los religiosos misioneros y las religiosas de clausura.

Nuestra misión busca la formación íntegra de todo cofrade en la fe cristiana, fundamentada en la Sagrada Escritura y la Doctrina de la Iglesia, para que con este fin, el cofrade sea capaz de dar testimonio en su vida cotidiana y principalmente en el servicio a los más necesitados, del amor de Cristo que por nosotros se hizo hombre y nos redimió en la cruz, resucitando para darnos nueva vida.

Para ello, la Cofradía dispone de reuniones de formación, dirección espiritual a cargo de un Sacerdote Pasionista, la participación en los Sacramentos y el servicio a través de áreas de apostolado, en distintas comisiones:

- Visita a los enfermos, tanto dentro como fuera del territorio parroquial.

- Preocupación por ancianos y niños que viven en hogares.

- Campañas de ayuda solidaria cuando son requeridas.

- Participación activa en las instancias pastorales de la Parroquia.

- Compañía y consuelo en la oración durante los velorios a los familiares del difunto.

- Ornamentación de altares y preocupación por los ornamentos litúrgicos que se utilizan para la Santa Misa.

- Participación en instancias de pastoral diocesana, manteniendo siempre la comunión de fe y amor con el Obispo.

Nuestras consignas son:

1.- El convencimiento profundo de lo que representamos en la Iglesia Católica.

2.- Alimentar nuestra vida espiritual con la oración, meditación y la frecuencia de los sacramentos de la Penitencia y de la Sagrada Comunión. Para ello, se fomenta la asistencia a la Santa Misa, al menos, cada domingo y los primeros viernes de cada mes.

3.- Asistencia fiel a todos los actos de culto de la Congregación Pasionista (Consagración a Jesús Crucificado los primeros viernes en la Misa, además de la asistencia a Misa en las memorias de los Santos Pasionistas) donde se recibe la corriente de vida que nos hace conocer y amar a Cristo Crucificado y los dolores de su Santísima Madre la Virgen María.

Es un gran honor para todo cristiano formar parte de la Archicofradía de la Pasión.

Sra. Yolanda Crocco de Carámetro

 Presidenta General

San Carlos de San Andrés Houben, C.P. Presbítero.

San Carlos de San Andrés Houben, C.P. Presbítero.

Los auténticos santos son imitadores de Cristo y el beato Carlos Houben fue uno de estos. Así nos dice Pierluigi di Eugenio: “Pasó bendiciendo, sanando y perdonando. Siempre dispuesto y amable. Pobre entre los pobres, hizo de su vida un don para los que sufren. Todo de Dios, todo del prójimo. Los necesitados del alma y del cuerpo no lo dejaban reposar ni un momento. Profundamente dedicado a la familia y a la patria trabajó por muchísimos años lejos de la una y de la otra, encontrando en los que sufren a los propios hermanos y en la tierra de Irlanda su propia patria”.

Juan Andrés nace en Munstergeleene en Holanda el 11 de diciembre de 1829, cuarto de diez hijos en una familia adinerada.

Crece en inteligencia, edad y gracia. El hermano José dirá de él: “Conocía solo dos caminos, el de la Iglesia y el de la escuela”. Mientras se hace camino en el ánimo del joven el deseo de ser sacerdote. Conoce los Pasionistas, con poco tiempo en Holanda llevados por el P. Domingo Barberi y a los 24 años, el 5 de noviembre de 1845, entra en el noviciado en Ere, Bélgica y viste el hábito con el nombre de Carlos.

 

Durante el noviciado es irreprensible. Éste es el testimonio de uno de sus compañeros: “Me sentía muy edificado delante de su grande santidad. Era ejemplar, lleno de fe y de piedad, puntual, observante de las reglas, simple, amable y de carácter dulce. Su piedad y su natural alegría le ganaban el afecto de todos”. El 21 de diciembre de 1850 es ordenado sacerdote. En 1852 es enviado a Inglaterra donde estaban los pasionistas desde hacía 10 años. Carlos no regresará más a Holanda ni volverá a ver a los suyos. Su madre había muerto 8 años atrás y el padre cerca de dos.

 

Pasará más de cuarenta años de su vida en las islas británicas. Se establece primero en Aston may, en Inglaterra; donde se prodiga a favor de los inmigrantes irlandeses que llevan a cabo el duro trabajo de las minas. Esta experiencia será útil en su próxima permanencia en Irlanda. Se dona completamente a ellos, se interesa de sus problemas, de su salud. Conforta, ayuda, cura, mientras continúa trabajando a favor de la congregación y de la Iglesia.

 

En 1857 lo transfieren a Irlanda, en Dublín / Mount Argus, donde los Pasionistas llegaron hacía poco tiempo. Se debe construir el convento y la iglesia. El P. Carlos se revela providencial. El pueblo Irlandés que lo ha visto a su lado con tanta solicitud, se muestra generoso. Se construye el convento y una bella iglesia dedicada a san Pablo de la Cruz. El P. Carlos, sin saberlo, prepara su propio santuario.

 

Carlos no será nunca un gran predicador, sobretodo por la dificultad de la lengua, pero pasa horas y horas en el confesionario, asiste los moribundos, bendice los enfermos con la reliquia de san Pablo de la Cruz. Acompañando la bendición con estremecedoras oraciones compuestas por él mismo. Tiene la fama de taumaturgo. Cada día cerca de trescientas personas, provenientes de todas partes de Irlanda, de Inglaterra, de Escocia y hasta de América, acuden a él, atraídos de la fama de su santidad. Encontraban un corazón compasivo, disponible y tierno. Médicos y enfermeros de Dublín, frente a casos desesperados, aconsejaban llamar al P. Carlos y Carlos acudía a las casas y a los hospitales, llevando casi siempre el don de una curación inesperada y siempre un trago de serenidad. Con amor preparaba los moribundos al gran paso, arrodillado en oración, cercano de sus lechos. Para hacerlo descansar un poco, lo superiores varias veces lo cambian de convento, pero después deben regresarlo a Dublín.

 

En la comunidad era ejemplar, lleno de fe y de piedad, simple y afable, de una amabilidad angelical. No obstante las ocupaciones pasa largo tiempo en adoración delante del tabernáculo. Seguido lo encuentran en éxtasis, especialmente durante la misa. A veces el monaguillo se ve obligado a sacudirlo para que prosiga la celebración.

 

En los últimos años de su vida sufre mucho por una gangrena en una pierna y otros males. Soporta la enfermedad con paciencia continuando a desarrollar su apostolado. Cada día continua a subir y bajar una escalera de 59 gradas, y cientos de veces, para recibir las personas que vienen a él.

 

Muere serenamente el 5 de enero de 1893. por cinco días, antes de la sepultura, recibe honras fúnebres debido a un rey, con gente proveniente de toda Irlanda.

 

S.S. Juan Pablo II lo declara beato el 16 de octubre de 1988, haciendo oficial la santidad del padre Carlos, que ya en vida todos llamaban el santo de Mount Argus. Fue declarado Santo por S.S. Benedicto XVI el 3 de junio de 2007 en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

San Inocencio de la Inmaculada, C.P. Presbítero y Mártir.

San Inocencio de la Inmaculada, C.P. Presbítero y Mártir.

Del 1931 al 1934 y durante la guerra civil (1936 - 1939) la Iglesia española sufrió una feroz persecución. Allí se dieron muchos mártires y también los pasionistas ofrecieron su contribución de sangre.

Éstas, en síntesis, son las razones históricas de aquel acontecimiento. La casa real española ha buscado muchas veces transformarse en monarquía constitucional con orden democrático. Pero esto ha sucedido solo recientemente. Por razones políticas complejas muchas veces se ha elegido gobernar en modo autoritario. Al poder monárquico borbónico se oponían los socialistas y los republicanos, que se inspiraban en las ideas de la revolución rusa y odiaban al clero al que consideraban aliado del poder central.

 

En 1931 republicanos y socialistas ganan las elecciones y proclaman la segunda república. Cancelan las ordenes religiosas, destruyen las iglesias y expulsan muchas personalidades eclesiásticas. Las cosas, desgraciadamente, no mejoran con la llegada al poder de los de derecha que en el 1933 ganan las elecciones. La izquierda no se conforma y levanta una insurrección el 5 de octubre de 1934 sobre todo en Asturias. Solo el 20 de octubre el poder central logra restablecer el orden. En este breve periodo  de 15 días habrán otros 1300 muertos y 3000 heridos, son dados a las llamas cerca de mil edificios, entre ellos 58 iglesias.

 

En este contexto histórico padece el martirio el P. Inocencio Canoura, un fervoroso y humilde misionero pasionista, que practica todas las virtudes, sobre todo la fe hasta la efusión de la sangre. Su muerte gloriosa ilumina de una luz especial una vida de intensa bondad.

 

Manuel Canoura había nacido en Galicia en 1887 de una familia de campesinos. Conoce a los pasionistas en las misiones populares, aprende a amarlos, entra en el seminario pasionista de Deusto y emite la profesión religiosa en 1905, con el nombre de Inocencio. Es un nombre profético: es tanto más inocente, cuando más culpables son sus verdugos. A los 26 años es ordenado sacerdote. Enseña filosofía, teología y letras a los estudiantes pasionistas. Era un maestro muy preparado y claro en su expresión, también confiable y comprensivo.

 

Después de 1922 se dedica principalmente al apostolado y a la predicación en las dos provincias pasionistas españolas. En 1923 es incardinado a la nueva provincia de la Preciosísima Sangre. En septiembre de 1934, un mes antes del martirio, el P. Inocencio regresa a Mieres en la inquieta región minera de Asturias, donde ya había estado siendo muy conocido y apreciado.

 

La comunidad cuenta con 29 religiosos, de los cuales 17 son jóvenes estudiantes. La situación política puede andar fuera de control de un momento a otro y el clima es muy hostil para los religiosos. Desde la calle se oyen insultos y amenazas del tipo: "Hermanos, aléjense del convento, les cortaran el cuello, ¿por qué estudian?, salgan y huyan lejos para evitar lo peor. Esta vez no se salvarán". De noche ponen a un religioso de guardia para vigilar la situación.

 

El 5 de octubre de 1934 sucede cuanto estaba ya en el aire. Se sublevan 30.000 insurgentes en Asturias: los católicos en la mira, los sacerdotes y los religiosos son señalados como cómplices de la derecha y contra ellos se vuelca el odio de los social-comunistas. El día anterior los pasionistas desarrollan las habituales ocupaciones. El P. Inocencio va a Turón, pueblo minero, para confesar en el colegio de los hermanos de las Escuelas Cristianas en preparación al primer viernes del mes: se hace tarde y viajar de noche es poco prudente, por eso decide pernoctar allí. El día 5 se levanta muy temprano y celebra la misa.

 

Al ofertorio llegan los revolucionarios, que van a golpe seguro: El Señor asocia a sus mártires a su propio sacrificio. Sucede siempre; (en nuestros días ha sucedido lo mismo a Mons. Romero). Registran la casa, buscan las armas "de los fascistas y de la acción católica", arrestan al P. Inocencio y a los 8 religiosos de la comunidad de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y los llevan a la "casa del pueblo".

Todos dan pruebas de serenidad y ánimo. Hacen oración, se preparan al encuentro con Cristo conscientes ya de su suerte. Pasan el primer día sin comer nada. Después una devota señora logra llevarles un poco de alimento y los encuentra serenos y listos para el sacrificio. El P. Inocencio se confiesa con un sacerdote también detenido y escucha de nuevo la confesión de los compañeros de martirio. Están todos conscientes de que serán asesinados únicamente porque son sacerdotes y religiosos.

 

El P. Inocencio pasa esos pocos días orando y escribiendo. Pero le será quitado todo. Hacia la una de la madrugada del 9 de octubre fueron llevados al cementerio donde había sido ya excavada una fosa común. Se intercambian de nuevo la absolución y se dirigen al martirio orando en voz baja. Todos son puestos en fila junto a la fosa y luego fusilados.

 

Los cuerpos de los mártires son exhumados casi de inmediato. Los ocho hermanos de las Escuelas Cristianas fueron trasferidos a Buiedo, mientras que el P. Inocencio a Mieres, junto a sus cohermanos, S.S. Juan Pablo II Magno los declara Beatos el 29 de abril y Santos el 21 de noviembre de 1999.

San Vicente María Strambi, C.P. Obispo

San Vicente María Strambi, C.P. Obispo

La llamada a la santidad es universal, es para todos, desde la eternidad, es decir desde el seno materno. Es una llamada a la vida y a la salvación. En este breve resumen de la vida de S. Vicente Maria Strambi, no se investigarán las señales de la llamada divina, que, por cierto, existieron, sino sobre todo el fúlgido ejemplo de respuesta a la acción de la gracia. Nació en Civitavecchia, Italia el 1º de enero de 1745  del farmacéutico Giuseppe y de Eleonora Gori; el joven habría podido adherirse a los proyectos del padre y disfrutar ventajas de una familia acomodada. Pero la santidad consiste en una respuesta radical, total, absoluta. El sentido común, el hacer aquello que hacen todos no se sienta bien a los santos; se requiere, ante todo, la abnegación, la negación de la misma naturaleza, de la misma voluntad para uniformarla a la de Cristo.


Vicente elige el sacerdocio y es ordenado el 29 de diciembre de 1767. Con esto no queremos decir que el estado laical sea una condición inferior de santidad, sino indudablemente diferente. ¡Ojalá que los laicos fueran todo santos y lo mismo pueda decirse de los sacerdotes y de los religiosos!
Pero su deseo de consagrarse a Cristo no se detuvo en el sacerdocio. Quiso hacerse religioso, primero pidió entrar con los padres de la Misión y después con los Capuchinos. Hasta que encontró a Pablo de la Cruz y quedó conquistado por su personalidad y santidad; en el 1768 fue acogido entre los Pasionistas por el mismo Pablo. Pero para vencer la oposición del padre, tuvo que huir de casa. El padre le escribió a S. Pablo de la Cruz, pidiéndole que mandara a Vicente de vuelta a su familia. El Fundador contestó con una carta igualmente clara y decidida, haciendo una profecía: "Debería alegrarse sumamente al ver que el Señor elige a su hijo para hacerlo un gran Santo". Fue fácil para San Pablo ser profeta.

 


Vicente no dejó de negociar los propios talentos naturales. Estaba dotado de una vivísima inteligencia, unida a gran sentido práctico; a solo 21 años recibió del Obispo de Montefiascone el encargo de prefecto del seminario y a los 22, todavía sin ser sacerdote, lo nombró rector del seminario de Bagnoregio.
Fue un hábil predicador popular, dirigió ejercicios espirituales al clero y predicó en varias iglesias de Roma. Fue eminente director espiritual y entre sus hijos cuenta varios santos, entre los cuales se encuentra S. Gaspar del Búfalo. En la Congregación Pasionista fue revestido con los cargos de profesor de teología, de superior, de provincial y de consultor general; fue estimado por todos especialmente por S. Pablo de la Cruz. como verdadero pasionista, fue devotísimo de la preciosísima Sangre de Jesús. Escribió su primer libro sobre el mes de julio dedicado a la Preciosísima Sangre de Jesús.

 


Otra característica de la santidad es la perseverancia. El padre Vicente que había soñado con la quietud de los retiros pasionistas, en 1801 fue nombrado por Pio VII obispo de Macerata y Tolentino. Es un pastor diligente. Soporta con dignidad y paciencia el exilio a que es condenado por Napoleón de 1808 a 1814, por su fidelidad al Papa. Pero no se burocratiza, no accede al formalismo. No olvida a los enfermos y sobre todo escucha el clamor de los pobres. "Los pobres, decía, gritan, gritan". Una vida gastada desde el principio por la Iglesia, los fieles y por el Papa. En 1823, S.S.León XII lo quiere en su residencia como su consejero y como su confesor. Pero Vicente quiere imitar hasta el final a Cristo y ofrece su vida por la salud del Pontífice y es escuchado: el Papa se cura y él muere imprevistamente.

tomado de http://www.passiochristi.org


 De las cartas de dirección espiritual de S. V. M. Strambi...


- "¡Humildad, humildad, humildad. Oh preciosa virtud, cuantos tesoros nos das y nos conservas! Cuánto nuevos estímulos Dios pone en el corazón, porque lo amamos sin reserva alguna."
- "Oh cuánto le gusta a Dios que tengamos un concepto altísimo de su bondad y que caminemos en verdadera sencillez de corazón. Caminemos en una humildad generosa; tomemos nuevas fuerzas de la esperanza, que consigue cuánto espera. El santo amor sea el alma de toda la vida interior. ¡Oh amor, oh amor, tú transformas la tierra en el paraíso!"
- "Nuestros queridos amigos nos preceden y van al cielo; ¿y nosotros que hacemos en este destierro? El único consuelo al permanecer en esta tierra es hacer la santa voluntad de Dios. Con humildad pacífica y generosa busquemos unirnos cada vez más estrechamente a Dios y comenzaremos así la vida bienaventurada del cielo."
- "Conserve su corazón en gran paz. Proceda sin cumplidos con Dios: no se examine demasiado a sí misma. Nuestro Dios es bueno y no hace caso a ciertas minucias, de que algunas almas hacen demasiado caso."
- "Quisiera que su ejercicio más frecuente fuera el amor de Di
os: la escuela para encenderse de este amor es el Monte Calvario, santificado por la gran efusión de la preciosa Sangre de Jesús."

Santa María Goretti, virgen, mártir de la pureza

Santa María Goretti, virgen, mártir de la pureza

Santa María Goretti, mártir de la pureza, elevada al honor de los altares por Pio XII, el 24 de Junio de 1950, con la declaración de santa, en la Plaza San Pedro en Roma, delante de miles de sus devotos, después de haber reconocido la autenticidad del martirio el 25 de Marzo de 1845.

Maria Goretti murió en el hospital de Neptuno el 6 de Julio de 1902, después de haber sido herida mortalmente, con 14 puñaladas, por el joven Alejandro Serenelli, vecino a Cascina Antigua de Ferriere de Conca, cerca de Neptuno, a las 15:30 hrs. el día anterior, 5 de julio de 1902.

Cada celebración, sobretodo centenaria, es una fuerte llamada para quien conmemora el hecho para recuperar aquella necesaria e indispensable relación con la propia llamada a la santidad. Se manifiesta, así también aquella natural estima hacia quien ha alcanzado objetivos importantes, desde un punto de vista espiritual, como aquel de la santidad.

Estimar un santo, tomar el mensaje de su testimonio de vida cristiana, significa revivir en la propia persona y en la propia experiencia de fe los valores trasmitidos.

María Goretti, con apenas 11 años, 6 meses y 21 días ha alcanzado el grado máximo de la santidad, porque el don de su vida a Dios ha sido total en un momento, como aquel de la violencia perpetrada hacia su persona de un hombre ciego, en ese instante, de la pasión carnal, en el cual supo escoger al Señor, ofreciéndole su pureza, su virginidad, con tal de no cometer pecado.

Solo la gracia del Espíritu Santo que operaba incisivamente en Marieta pudo transformar esta pequeña niña en una mártir de la pureza y por eso mismo en una pequeña grande santa del siglo XX.

El motivo de fondo de su santidad, casi “natural” está en los sacramentos de iniciación cristiana recibidos de niña. En particular ha sido el sacramento de la Eucaristía, recibido por primera vez el 16 de junio de 1901 en la Iglesia de Conca, hoy Borgo Montello, su energía interior, capaz de enfrentar cualquier expresión del mal. Es la fuerza de la fe que Marieta adquiere y la encamina a la escuela del Maestro divino y a la fuente de la comunión con Dios en el sacramento de la Eucaristía.

Las etapas de una santidad extraordinaria y excepcional están expresadas en algunos momentos significativos de la breve existencia de Marieta.

- Nació el 16 de octubre de 1890 en Corinaldo (Ancona) de Luis Goretti y Asunta Carlini, una familia de agricultores.

- El día siguiente es bautizada, con el nombre de Maria Teresa, en la Iglesia di San Francisco en Corinaldo.

- Por exigencias del trabajo, el 12 de diciembre de 1896, la familia Goretti deja Corinaldo y se traslada a Colle Granturco, en Paliano, a la dependencia del Senador Scelsi. Aquí conocer a los Serenelli y permanecen en este lugar hasta febrero de 1899, cuando nuevamente la completa familia Goretti se cambia, junto con los Serenelli a las altas zonas de Italia. Llegan a Ferrire di Conca en Neptuno, para trabajar los campos dependiendo del Conde Mazzoleni y deben establecerse definitivamente.

Aquí se dan los hechos más dolorosos de la vida de María. El 6 de Mayo de 1900, a la edad de 41 años fuere el papá Luis de malaria, siendo ésta una zona palúdica. Aquí se da la mortal herida por obra de Alejandro Serenelli, un joven, más grande de la pequeña Marieta, que se había enamorado de ella y buscaba por todos los medios inducirla al pecado, hasta el día de la brutal violencia el 5 de julio de 1902.

La tragedia se consuma en una situación de una grave pobreza moral de parte del agresor y de una enorme dignidad espiritual y ética no solo de Marieta, sino de toda la familia Goretti. La mamá Asunta debía ocuparse en sacar adelante a la familia, una vez que el marido había muerto y los niños tenían necesidad de las cosas indispensables.

Una vida de sacrificios, de sufrimientos y de privaciones para mamá Asunta. El primer hijo nació muy rápido, después del matrimonio celebrado en la Iglesia de los Capuchinos el 25 de marzo de 1886. Se llamará Antonio, pero el niño muere después de apenas 8 meses de vida. Después es el turno de Ángel (18 de agosto de 1888); el 16 de octubre de 1890 nace Marieta. “la flor del campo” que cambiará radicalmente el destino de la familia Goretti.

En Corinaldo nacerán también los otros dos hermanos: Mariano y Alejandro. En Colle Granturco, en Paliano, nacerá, el 22 de febrero de 1898, la hermana Ersilia; mientras Teresa, la última hija, nace en Cascina Antigua, el 2 de febrero de 1900.

La familia está ya completa aunque los problemas comienzan a ser más grandes, justo después de la muerte de Luis Goretti, el jefe de familia. Sin la presencia de una persona adulta en casa, la familia Goretti estaba en una mayor riesgo. Pero los sanos principios morales, la profunda fe que acompañaba la experiencia de todos los miembros de la familia Goretti eran garantía cierta para salir adelante aún en las dificultades más graves.

Un ejemplo admirable, en pocas palabras, de cómo conciliar la educación, la fe, el trabajo. Asunta Carlini, después de la muerte de Luis, su marido, toma en sus manos la situación y ayudada por los hijos, sobre todo de aquella extraordinaria creatura que es Marieta, lleva adelante la familia en aquellos “puentes pantanos”, peligrosos por las enfermedades.

La soledad de la familia, el aislamiento ambiental y el duro trabajo de los campos creaban las condiciones psicológicas para que cualquier persona se trastornara y no lograra ya dominar los instintos y las tendencias bestiales. Sucedió justo así al joven Alejandro Serenelli que cohabitaba en Cascina Antigua con la familia Goretti y tenía todos los accesos en la casa dadas las buenas relaciones de vecindad y de colaboración en el trabajo de los campos.

La confianza de mamá Asunta no fue pagada de modo recto y honesto de parte del joven, el cual pensó que podía aprovecharse de la situación, particularmente favorable para poder aprovecharse sexualmente de una joven y atrayente muchacha, como era Marieta Goretti. Cuando decidió llevar a cabo su plán no se esperaba el grande y valeroso rechazo de la muchachita. De aquí el gesto asesino de arremeter contra el cuerpo puro y frágil de Marieta con golpes mortales, expresión de una furia diabólica, que no podía prever absolutamente.

Primer caso oficial, se podría afirmar, al inicio del 1900, de “pedofilia” con la consecuencia de la muerte de la muchacha.

Lo posterior a esta historia de crónica negra es bien conocido. Fue reportado no solo en las actas judiciales, sino también en la historia de este lugar. Alejandro fue arrestado, procesado y condenado a cadena perpetua. Después el arrepentimiento, después la gracia y al final una elección de una vida distinta, la de la consagración a Dios haciéndose fraile. Para Marieta la carrera hacia el hospital en el intento extremo de poder salvarla. No fue posible. Las heridas eran profundas y mortales. Solo un día de agonía, pero antes de morir en plenas facultades de entendimiento y de voluntad, con el sostén de la gracia divina, Marieta perdonó de corazón a su asesino y prometió que oraría por él desde el Paraíso.

La vida de esta muchachita, asumida inicialmente como un hecho de crónica criminal, rápidamente se convierte en objeto de estudio desde el punto de vista de la fe. Después de su sepultura en el cementerio de Nettuno, continuas peregrinaciones a la tumba de la pequeña mártir motivan el inicio de una profunda reflexión sobre el valor demostrado por esta niña en una situación de gravísimo peligro. Muchos comenzaban a ver en este gesto un acto heroico, guiado por la fe. Después de 33 años de espera, de hallazgos, de testimonios, comprendida la de la madre de Marieta y de su asesino, el 31 de mayo de 1935 inició el proceso informativo de la Diócesis de Albano, que se concluyó con la canonización de Santa María Goretti en la Plaza San Pedro el 24 de junio de 1950 por S.S. Pío XII, a la cual participaron la madre y los hermanos de Marieta, además de Alejandro Serenelli, ya arrepentido y encaminado en otra dirección.

Que para todos María Goretti sea un fuerte llamado a redescubrir el valor de la fe y del ser cristiano hoy en un mundo marcado de la tibieza y de la indiferencia hacia la fe.

Una muchachita de 12 años, que ha sabido testimoniar la fe hasta el martirio, con tal de mantenerse fiel a Dios y a la propia conciencia, es un constante llamado a los jóvenes y adultos a seguir con valor el camino del Evangelio y del abandono fiel a Dios.

 Tomado de http://www.passiochristi.org